lunes, 25 de mayo de 2009

La comunicación mundial y el encuentro civilizatorio

El II Seminario Internacional sobre la comunicación mundial y el encuentro civilizatorio da lugar este 13 de mayo de 2009 también a la intervención internacional de panelistas que aportan una mirada complementaria fundamental en esta mesa redonda sobre las relaciones interculturales.

Luego de la intervención de Rafael Calduch inicia La comunicación mundial y el encuentro civilizatorio. La presentación del embajador de Dinamarca en España, Niels Pultz, está a cargo del moderador Juan Menor Sendra, quien no se ahorra ningún elogio en destacar la participación de ese país en estas jornadas.

Pultz, con un muy marcado acento que en ocasiones lo vuelve incomprensible, enuncia diversas observaciones respecto del poder de Internet en la comunicación social, en la difusión de información y en la formación de opinión.

Destaca el uso que el actual presidente de Estados Unidos, Barack Obama hizo de los nuevos medios y redes sociales en su campaña.

Señala la ventaja monetaria diferencial de Internet respecto de los canales tradicionales, la influencia de los ‘blogs’ en el modelo económico actual y en el poder que les da la opinión pública, la muy posible necesaria subvención de los periódicos impresos, el multiculturalismo y la necesaria libertad de comunicación como uno de los pilares de la democracia.

A continuación, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte y de la Universidad Nacional Autónoma de México, Elaine Levine Leiter se refiere al proceso migratorio, principalmente de mexicanos pobres hacia Estados Unidos.

El problema principal son los indocumentados que siguen existiendo debido a la ventaja que se obtiene de ellos. Por un lado las empresas americanas se ahorran gastos contratando una mano de obra barata sin ningún tipo de derechos que realizan aquellas tareas indeseadas por los nacionales y por otro, México recibe remesas que constituyen una ayuda a su economía.

Esto último ha disminuido con la crisis. Estados Unidos es el país con más inmigrantes y México, con más emigrados. Obama se ha comprometido con una serie de políticas dirigidas a sancionar a los empleadores de ilegales, a la regularización de indocumentados que cumplan ciertos requisitos, a evitar la separación de familias con integrantes deportados y a promover trabajo en el país azteca para frenar la invasión.

La última intervención de la tarde es de la directora de Radio Exterior de España, Josefa Beneitez García, quien en 15 minutos de exposición enfatiza la importancia social del periodista más allá de los límites que imponen las empresas a la realización de esta tarea.

Señala la necesidad de analizar y profundizar la información que se obtienen de los diferentes canales tanto nacionales como internacionales. El principal problema al que hay que enfrentarse es el de la credibilidad en la profesión y en consecuencia de los medios de difusión. El final de la actividad consiste en un debate entre los panelistas y los asistentes.

ENTREVISTA A JACOBO, GUIONISTA DE CUENTÁME



Jacobo es uno de los guionistas de la serie española "Cuéntame cómo pasó". Este chico de 30 años, procedente de Valladolid empezó como becario en el departamento de guiones, y ahora es uno de los guionista de la éxitosa serie que lleva 10 temporadas de éxito.


¿Cuál es el secreto para escribir tanto y no perder la inspiración?

Secretos hay dos, al menos para mí. En primer lugar, trabajo. Trabajo por encima de todo. No recuerdo quién dijo que la inspiración es el trabajo, pero suscribo la frase. Cuando te visitan las musas de la inspiración, si no te pillan sentado delante del ordenador, estás perdido. Es más, yo diría que sólo te visitan si te ven sentado delante del ordenador. Las brillantes ideas que todos tenemos en la ducha, o antes de dormir o paseando por la calle con nuestro perro, se quedan en nada si no las trabajas.
Y en segundo lugar, y menos importante, está la calma. Por seguir con las frases hechas te diría que las prisas, y mira que es difícil sostener esto trabajando en televisión, son malas consejeras. Cuando hablo de calma lo hago en un sentido amplio. Me refiero a la calma necesaria para poder pensar con claridad y distanciarte en ocasiones de la frenética dinámica de trabajo para así juzgar tu trabajo con cierta perspectiva. Calma también, para madurar el guión y elegir entre la mejor de las posibilidades que se te van presentando a la hora de escribir. Calma para desarrollar seguridad en ti mismo y en tu trabajo, aunque sepas que todo lo que haces es mejorable. Y calma, en fin, para comprender que esto es un trabajo en equipo y aceptar sugerencias de compañeros e imposiciones de los de arriba sin lanzarte a morder la yugular de nadie.

Si alguna de sus obras se llevara al cine ¿cuál sería la que más ilusión te haría? ¿Por quién te gustaría verla dirigida o interpretada?

Nunca he escrito un guión para cine. Si lo hiciera preferiría empezar de cero y no adaptar nada de lo que he hecho hasta ahora.
Para los guionistas, el director ideal es el que comprende y respeta el sentido de un guión, aún incluyendo modificaciones de su cosecha. Si conoces uno, me lo presentas. No, en serio, directores buenos hay muchos. Al menos unos cuantos.
Con respecto a los intérpretes, ¿qué quieres que te diga? Al final ellos son los que dan vida a las historias y a los personajes. Es emocionante ver interpretada una escena que tú has escrito y que de pronto cobra una dimensión que ni se te había pasado por la cabeza. Y con los actores pasa como con los directores. Hay muchos buenos. Y también alguno malo. A esos mejor no me los presentas.


Algunos escritores y guionistas escriben sus textos pensando en una actriz o actor determinado. Cuando escribe un guión ¿imagina a una persona en particular haciendo ese papel?

Los guionistas de series de televisión partimos con una ventaja. Tenemos a todos los personajes en la cabeza, incluso antes de pensar en el argumento del capítulo que vamos a escribir. Y eso es de mucha ayuda. En el caso de “Cuéntame”, después de 180 capítulos, uno se conoce al dedillo a todos los personajes que conforman la serie. Sabes cómo hablan, sabes cómo piensan, sabes cómo reaccionan. Lo sabes porque desde tu trabajo como guionista has ayudado a definir esos personajes, pero también porque los diferentes actores han construido a su manera sus respectivos personajes. Y tú, como el resto de la audiencia, ya los has visto, ya los conoces.

No sucede lo mismo cuando estás creando un proyecto nuevo de serie o una película. En este caso los personajes sólo están en tu cabeza y, respondiendo a tu pregunta, yo sí pienso en determinadas personas. Más que en actores, piensas en personas de carne y hueso que has conocido y que encajan en el personaje que estás creando. O también en personajes de películas, novelas u obras de teatro que te han interesado.


¿Tiene pensado ampliar aún más sus horizontes y pasarse, por ejemplo, a escribir un guión de cine o una obra de teatro? (si aun no lo ha hecho)

Por qué no. Aunque el teatro me da mucho respeto. Cuando veo una mala película o una mala serie de televisión, la olvido al instante. Sin embargo, no sabría explicarte por qué, pero cuando veo una mala obra de teatro, sobre todo cuando está mal escrita, no tanto mal montada, me pongo de mal humor. La obra me persigue, me quita el sueño. Y conozco otros casos iguales al mío. Por eso, porque no quiero ser responsable del insomnio ajeno, tendría que estar muy seguro de un proyecto para seguir adelante. Y aún así no las tendría todas conmigo.

Con respecto al cine tengo una opinión diferente. No creo que escribir un guión de cine signifique necesariamente ampliar mis horizontes. Al contrario que algunos de mis compañeros, no pienso que la tele sea la hermana pequeña del cine, ni mucho menos un campo de entrenamiento para lanzarse luego a la gran pantalla. Sólo hay mirar de reojo las parrillas de las televisiones norteamericanas y, por qué no, también las españolas, para darse cuenta de que la ficción televisiva está viviendo un momento magnífico, por momentos brillante. Series con Mad Men, Rome, In Treatment, Lost, Damages, 30 Rock… son una muestra de que en televisión se pueden alcanzar grandes niveles de calidad y de éxito de público. Son series con un guión impecable, que desarrollan historias y personajes de un modo que el cine no lo puede hacer. ¿Te imaginas una película que en 90 ó 120 minutos desarrolle una historia y unos personajes como lo hace Lost a lo largo de sus seis temporadas? Yo no. Ni creo que nadie pueda.

Además, casi todas esas series ofrecen apuestas arriesgadas. Hace años, a los creadores de In Treatment les habrían encerrado en un manicomio por pretender hacer una serie diaria sobre un psicólogo que cada día de la semana atiende a un paciente diferente. Y hoy están triunfando en todo el mundo dejándonos con la boca abierta con cada capítulo a millones de espectadores. Por el contrario, las apuestas arriesgadas en cine hace tiempo que se convirtieron en una rareza. Una de las últimas películas que me ha parecido verdaderamente arriesgada es Wall-E. Desconozco cómo se gestó la película pero me puedo imaginar al productor de turno en una reunión con los creadores diciéndoles: “¿pero de verdad queréis contar una historia de amor entre dos robot que ni siquiera hablan? ¿Estáis hablando en serio?”


¿Qué elementos principales debe de tener un guión para poder convencer al productor o a la futura audiencia?

Son dos cosas diferentes. Para convencer a un productor a veces el guión es lo de menos. A un productor tienes que convencerle en persona de que tu historia no ha sido jamás contada, que nadie mejor que tú puede contarla y, por supuesto, que si él la produjera se convertiría en un gran éxito. Por supuesto sabiendo que todo eso es mentira, menos lo del éxito, que eso más que mentira es algo así como que te toque la lotería. O mejor dicho, que le toque a él. Vamos, que además de escribir bien, suponiendo que lo hagas, tienes que ser un buen vendedor de ti mismo.

Para convencer a la audiencia generalmente necesitas un buen guión. Y digo generalmente porque todos conocemos productos infumables que sin embargo gozan de gran aceptación popular, posiblemente por elementos que escapan del control del guionista: un actriz cimbreante de busto generoso, un actor de moda con cuerpo escultural, la ausencia de competencia en otras cadenas, y no sé cuántas cosas más. ¿Quién conoce el secreto del éxito? Nadie. Como guionista sólo puedes aspirar a realizar bien tu trabajo, que no es poco ni fácil. Ya sabes: una buena historia bien estructurada, unos buenos personajes, etc.


¿Es necesario saber cómo va a concluir?

No. Lo que es necesario saber es qué quieres contar. Es decir, ¿es una comedia?, ¿es un drama?, ¿cuál es el conflicto del protagonista? Una vez que sepas eso y te pongas a trabajar, la historia cobra vida y puede terminar de maneras inesperadas a priori.


Si los guiones los realizan varios guionistas ¿Cómo es el sistema de trabajo? ¿Se encarga un guionista de un personaje, de una trama?

Cada serie y cada equipo tienen su manera de trabajar. En el caso concreto de Cuéntame, todos los guionistas nos reunimos para trabajar el arco de continuidad de la serie, esto es, qué les va a pasar a los personajes a lo largo de la temporada. Luego, cuando ya tenemos el argumento, los guiones son asignados a los diferentes guionistas por Eduardo Ladrón de Guevara y Alberto Macías, los coordinadores de guión de la serie. Generalmente cada guión lo escribe un solo guionista. Con el guión asignado, cada guionista realiza la escaleta, o lo que es lo mismo, el guión desarrollado por escenas pero sin dialogar. Cuando los coordinadores dan el visto bueno a esa escaleta, el guionista se lanza a dialogar. Finalmente, el guión puede ser reescrito por el propio guionista o por los coordinadores.


¿Qué diferencias existen entre un guión de cine y uno de una teleserie?

Podemos hablar de muchas diferencias, pero básicamente hay dos. En primer lugar, la continuidad. En un guión de cine tienes que presentar unos personajes y una historia, desarrollarlos y darles un final. En los capítulos de series de televisión empiezas presentando tramas o situaciones, pero no a los personajes porque la audiencia ya los conoce.

La otra diferencia es el tiempo que puedes dedicarle a la escritura del guión. En televisión estás sometido a una maquinaria de producción en continuo funcionamiento que te impone plazos de entrega muy apurados. En cine, normalmente, tienes más tiempo para escribir el guión.


¿Ha escrito comedia y dramas? ¿Qué le resulta más complicado?

Sin duda la comedia.


¿Cuál es el trabajo del que está más orgulloso?

Te estaría mintiendo si te dijera que todo lo que he hecho me gusta por igual. Evidentemente, hay proyectos y guiones de los que te sientes más orgullosos que de otros. Sin embargo, prefiero pensar que lo mejor está por llegar.


¿Por qué guionista y no escritor de novelas? ¿Ha pensado alguna vez escribir un libro?

Desde luego que lo he pensado. Pero entre el novelista y el guionista hay un mundo. Para empezar, el guión no es más que un documento de trabajo para crear la obra final, la película. No ocurre lo mismo con la novela, que es una obra en sí misma. El guionista piensa fundamentalmente en imágenes. El novelista crea un universo completo a base de imágenes, olores, sensaciones, pensamientos…
En la historia del cine hay sonados fracasos de novelistas que se estrellaron escribiendo guiones para películas. Pero me temo que hay más guionistas que han fracasado al pasarse a la novela. Lo que sucede es que a los guionistas no nos conoce nadie y nuestros fracasos literarios pasan más desapercibidos.


martes, 19 de mayo de 2009

Seminario pequeño. Mundo complejo

Todo está listo para que empiece el II Seminario Internacional: La comunicación mundial y el encuentro de civilizatorio en la Universidad Rey Juan Carlos.



Empieza con puntualidad alemana y lo hace con el buen pie de Rafael Calduch, catedrático en Relaciones Internacionales por la UCM. Su discurso se mueve en torno a la civilización y la cultura, sus diferencias y la ventaja que tiene la civilización occidental por ser aglutinadora y apoyar el desarrollo, es decir, por crear y no simplemente utilizar ciencia. Intenert, dice Calduch, ha tenido un crecimiento de 10.000% en 15 años que ofrece un campo abonado al choque civilizatorio y cultural. La información producida desde unos parámetros determinados es tergiversada forzosamente desde otros distintos. Nos da un ejemplo claro: La crisis de las viñetas en Dinamarca.

Tras esta conferencia el embajador danés, Niels Pultz, da una serie de características del periodismo actual. Es una mesa redonda donde cada ponente expone sus ideas, más o menos, ajenas al tema central de la conferencia. Elaine Levine, doctora en economía por la Universidad Nacional Autónoma de Méjico, nos muestra su visión de la emigración mejicana en EE.UU, sus penurias y la riqueza sumergida que genera para el país norteamericano. Por último, Josefa Benítez García, directora de Radio Exterior de España, con maneras enérgicas intenta demostrar la necesidad que exista canales informativos públicos y una ética periodísitica correcta.

Han pasado más de tres horas initerrumpidas y empieza el debate. El público está cansado y no responde. Juan Menor, moderador y profesor de la URJC, comienza poniendo en duda la supuesta hegemonía occidental en la creación científica sobre chinos o indios. La respuesta de Calduchs deja indiferente a la joven audiencia que solo despierta cuando se pone en duda la salida laboral de la licenciatura de periodismo y critica su masificación. Son las lentejas las que están en juego y el público ha saltado criticando un sistema de becarios, precariedad y previsiones oscuras. Al final, solo una cosa queda clara: la vocación da la felicidad; materialistas, abstneros de ser periodistas.

lunes, 18 de mayo de 2009

Festivales de Cine, buen trabajo o negocio…

La industria cinematográfica tiene muy claro que la difusión de su producción debe llegar al mayor número de espectadores posible, para ello no es suficiente con el impulso que le pueda dar la promoción y el estreno de la producción, sino que debe formar parte del cartel de otros escaparates que sirvan para el lanzamiento de la misma.

Los festivales de cine poseen diferentes funciones: ser plataforma de lanzamiento de las producciones, y ser punto de encuentro para generar negocios cinematográficos. Los galardones concedidos sirven para que las producciones, actores y directores consigan un cierto reconocimiento, que finalmente, sirva de ayuda para la comercialización de la película, además de ir incrementando su valor (principalmente económico) dentro de esta industria. No es de extrañar que desde la organización de cada uno de los festivales, se quiera incluir la presencia de celebridades ya consagradas, formando parte en los jurados, además de su paseíllo en la inauguración y en la clausura del festival.

Haciendo un poco de historia, se establece un primer punto de encuentro para la industria cinematográfica norteamericana y europea en 1910, en la ciudad de Milán. Aunque hay que aclarar, que el concepto de festival de cine comienza con el de Venecia en 1932. Pocos años después aparece en 1939 el de Cannes, Berlín en 1951, San Sebastian en 1952, y un largo etc.

Los festivales y premios generan un movimiento en la promoción y negocio de esta industria, que son los que motivan la existencia de esta gran cantidad de eventos. La participación en éstos, ya sean internacionales o nacionales, sirve fundamentalmente de lanzamiento. Lamentablemente, no se conceden el mismo número de premios como número de directores o películas hay en el mundo, y sin duda alguna, muchos de los que se entregan nunca deberían ni mencionarse.

Es curioso que en estos eventos sus asistentes, muy a menudo, se olvidan de la esencia de la convocatoria: las películas que se van a exhibir. Esto tiene una explicación y es que buena parte de los que asisten a estos festivales de cine, no ven películas, mantienen conversaciones con productores, directores, actores, etc., creando un círculo de negocios que está muy alejado del fin de los festivales. Las películas las ven otros, críticos de cine, periodistas especializados en la materia, organizadores de otros festivales, el público aficionado o especialista en cine… También se encuentran los jurados de los festivales, que sólo ven las producciones que les compete su trabajo como jurado, y que habitualmente es tan intenso, que no les deja apenas tiempo para poder ver otros trabajos.
Lo cierto y perverso de toda esta lógica, es ver la influencia que tienen estos acontecimientos en el desarrollo de estrategias y en la financiación para la producción cinematográfica. Hoy en día, una película que gana un festival de cine no se garantiza forzosamente su buena venta o distribución, aunque algunos festivales son eso, un contrato de distribución en un lugar determinado, pero sí posibilitan la promoción del director o la película dentro de estratos culturales determinados.
El negocio de los festivales de cine es el negocio del prestigio: los festivales se legitiman en cuanto premian películas que “prestigian” al festival, y las películas se abren camino en cuanto logran premios o reconocimientos en festivales “prestigiosos”.
Eso explica cierta obsesión de los festivales de cine por los nuevos talentos. Desde una perspectiva cinéfila e histórica del cine, son muy pocas las “primeras” o “segundas” películas de directores relevantes en la carrera de un cineasta. La madurez creativa de todos los grandes directores de cine la encontramos a menudo pasada la primera mitad de su carrera. El mito romántico del talento natural en el cine es eso, un mito, perpetuado por los festivales de cine.

viernes, 15 de mayo de 2009

Las fronteras de las civilizaciones

El salón de grados de la Universidad Rey Juan Carlos acoge hoy, 13 de mayo de 2009, el II Seminario Internacional sobre la comunicación mundial y el encuentro civilizatorio. Un nombre largo y complejo para un tema que preocupa: las relaciones interculturales.

El reloj marca las cuatro y media de la tarde cuando Sonia Valle de Frutos da inicio a la sesión. Agradece la presencia de los expositores y demás presentes, en particular a los estudiantes. El aforo no está completo, cuenta con unas 30 personas que van rotando a lo largo de la actividad.

La conferencia inaugural Las fronteras de las civilizaciones: nuevo orden comunicativo mundial viene de la mano del Catedrático de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid, Rafael Calduch Cervera.

La intervención de una hora de duración pretende definir la cultura, relacionarla con la globalización y señalar el rol de los medios de comunicación en la difusión de la misma.

Según Calduch, las culturas pueden clasificarse en dos categorías: abiertas o cerradas.
Las primeras están ligadas a la ciencia y a la tecnología, apelan a la racionalidad y a la tolerancia con criterios de inclusión y enriquecimiento cultural. Los valores compartidos son verificables, objetivos.

Las segundas son más emotivas, tienden a la intolerancia y a la exclusión. Los principios son subjetivos, sólo pueden ponerse en común por analogía, si el otro ha sentido lo mismo que yo.
En este contexto es que las relaciones interculturales pueden ser conflictivas, de rechazo o resistencia; o de cooperación, de imitación o transculturación.

Las civilizaciones se construyen a partir de elementos racionales y emocionales que tienen las culturas. Calduch señala que la civilización occidental es la más sólida porque se sostiene, entre muchos otros principios, por la ciencia y la tecnología. Está integrada por las culturas greco latinas, germánicas, nórdicas, anglosajonas, iberoamericanas y eslavas.

Otras civilizaciones, como la sínica tienen en común la tecnología, la experimentación, pero no la ciencia, la acumulación de conocimiento. Las culturas islámicas, asiáticas, judaicas y detenidas (indígenas) no han podido sentar las bases para dar el paso civilizatorio.

La globalización es un fenómeno de interdependencia asimétrica compleja a escala mundial determinado por decisiones multilaterales. En palabras de Calduch “es como enamorarse, si el otro no quiere es dependencia”. La relación funciona porque hay un acuerdo entre las partes.

Después de mostrar rápidamente la evolución de los medios de comunicación desde el siglo XVIII, se centró en el avance acelerado de Internet, su alcance global, su capacidad multimedia, instantaneidad, bajo coste e interactividad, gran diferencia esta última con la televisión y el cine caracterizados por facilitar también la comunicación transcultural.

El catedrático indica que Internet implica una revolución comunicativa que no verán ellos ni nosotros tampoco, ya que la brecha digital es muy grande. La revolución Gutenberg no fue tal hasta el siglo XIX cuando alfabetización había marcado paso.

Finalmente, revela algunos de los efectos de las culturas en la comunicación social, tales como la imposición de una lengua preferente; la consolidación de una identidad colectiva y personal; el establecimiento de una hegemonía de la comunicación transcultural; la selección de medios preferentes para la comunicación con otras culturales así como la interpretación de mensajes provenientes de fuera y el condicionamiento de la respuesta social a los mensajes recibidos.

Los asistentes aplauden la intervención de Calduch, mientras éste apaga su micrófono y da lugar al comienzo de la mesa redonda La comunicación mundial y el encuentro civilizatorio.

miércoles, 13 de mayo de 2009

INTERNET Y PRODUCTOS CULTURALES

Las descargas de música y películas se han incrementado un 500% en España, en los últimos cinco años. Este hecho ha desencadenado una persecución a la piratería, por parte de la SGAE (Sociedad General de Autores de España). Sus argumentos son que la música, películas o cualquier producto cultural obtenido a través de las redes P2P son ilegales, y con este acto se vulnera el derecho a la propiedad intelectual así como los derechos de autor. Como consecuencia, el Gobierno implanta el ‘canon digital’, que graba con una cuantía, ya establecida, los equipos y soportes electrónicos así como las copiadoras. Esta medida presupone que el uso de estos productos se va a utilizar siempre con fines no lícitos. Se paga a la SGAE por grabar en un disco compacto fotos o trabajos personales.

La Unión Europea considera Internet ‘una herramienta esencial’ para la educación y el ejercicio práctico de la libertad de expresión y el acceso a la información. El uso de La Red debe respetar los derechos fundamentales, y no debe verse mermado por ninguna sentencia judicial.

Según el estudio ‘Consumo de cultura en tiempo de crisis’, elaborado por una escuela de negocios de Noruega, desveló que los internautas que realizan descargas ilegalmente consumen diez veces más música y películas legales. Además, Internet es un gran escaparate para mostrar y promocionar la obra del artista. A mayor divulgación más beneficios obtendrá, al incrementarse su mercado potencial. Por regla general, coinciden los discos y películas más vendidos de forma legal, con los más descargados de las redes P2P.

martes, 12 de mayo de 2009

Unas cañas con Lander Camarero

Cuando entro al bar, ya está sentado, ha pedido dos cervezas y me dice con grandes gestos que me acerque. Lander Camarero ha sido el ganador a la mejor producción de cortometrajes en Málaga y finalista en los certámenes de Mondragón y La Chimenea de Villaverde. Su nombre ocupa un lugar importante en la nueva generación de cineastas vascos. Nos presentaron hace tiempo cuando yo empezaba la Universidad, todavía se acuerda de mi nombre y empieza a preguntarme nada más verme. Creo que está nervioso.


Acabas de terminar el cortometraje Montenegro ¿Cómo ha ido?

Ha sido un camino duro y largo. Pero ha merecido la pena por muy mal que lo haya pasado durante la gestación. El conseguir estrenarlo, moverlo por festivales y que la gente lo vea no tiene precio. Es como aquel acertado anuncio de la Mastercard que tenía como eslogan eso de “el nosequé no tiene precio, para todo lo demás Mastercard”. No sé si lo recuerdas. Bueno pues creo que es una buena definición.

¿Te gusta el resultado final o tenías en la cabeza otra cosa?

Mira, en general me ha gustado el resultado final. Otra cosa es que siempre veas algo que podías haber mejorado, especialmente la parte de guión y más concretamente algunos diálogos. Pero por lo demás, me parece que he superado lo que esperaba conseguir con este corto… en cuanto al resultado técnico y artístico me refiero. Los premios y menciones se agradecen enormemente pero más aún el superar las propias expectativas.

¿Cuál es tu próximo proyecto?

Lo más cercano es el documental “What about Columbus” en el que tres culturas diferentes de tres países diferentes rodarán la misma historia. Al mismo tiempo yo analizaré las diferencias narrativas interculturales y el por qué de ellas realizando un documental a modo de making off. Tengo pensado ir a la India gracias a una beca y quiero convencer a un colega sudamericano para que se una al proyecto. Espero que vaya para adelante. También intento rodar otro corto, de título “Ambassador” (como los espárragos, sí; o como el vacío) en el que contaré la historia de la mayor payasa del mundo.

¿Ahora que empiezas a tener nombre es más fácil la subvención?

Pues concretamente con el premio de Málaga tenemos muchas posibilidades de que nos suelten dinero en Andalucía. En Euskadi también nos está yendo bien así que creemos que éste puede ser un buen año. (chiste sobre la buena pesca de salmonetes en el Cantábrico. Cosas de Lander.)

¿Cómo fue tu primer trabajo?

Bueno, pues mi primer trabajo serio fue de guionista en una cagada de serie que se fue a pique a los tres meses en antena (habla de “Suárez y Mariscal. Caso cerrado” una de los primeros proyectos de Cuatro). Aplaudí la decisión. Pero lo triste es que desde entonces no he tenido un trabajo mejor, a parte de lo que hago, que no lo considero trabajo, claro.

Nuevo cine vasco ¿Qué es eso?

Tal vez te refieres a que se ha dado la casualidad de que ahora están saliendo una serie de realizadores vascos que les está yendo bastante bien. Pero no creo que haya un factor común en lo que hacen salvo en que proceden del País Vasco.

No parece que se tome nada en serio. No se da importancia. Estoy de acuerdo: las etiquetas son simplemente eso, un párrafo más en los presupuestos. Esta vez levanto yo la mano al camarero, "pide unas rabas... calamares, pide calamares". Me gusta que tome cerveza, pienso que eso facilitará las cosas sin darme cuenta que es a mí al que se le está soltando la lengua.

No me gusta nada el cine español ¿y a ti?

Bueno, pues la verdad es que no me gusta nada. Pero no por nada, es como si me preguntas si me gusta el cine iraní. He visto poco, igual que el español, pero es que no me llama. No me siento identificado, no me llega. Tan simple como eso. Y no quiere decir como muchos muchas veces dicen que sólo veo americanadas. No. Me gusta el cine en general. Pero soy un espectador difícil. No me trago cualquier mierda. Y con todos mis respetos al cine español…

¿Cómo crees que debe ser una película? ¿Y una película española o vasca?

No diferencio entre cine vasco y español. Para mí es lo mismo. Y creo que para la gran mayoría. Es un término más sacado de la manga del periodista o político de turno porque es raro el proyecto vasco en que no estén metidas las instituciones españolas, televisiones o co-productoras. Pero contestando a tu primera pregunta… Una película tiene que, por encima de todo, entretener. Pero si además de eso consigue otras cosas, emocionar, remover, traumar, pues genial. ¡Pero qué no se nos olvide el primer requisito.!

¿Cómo afecta la crisis a los directores noveles?

No lo sé. Todavía estoy en el mundo del cortometraje y creo que poco ha afectado la crisis a los cortometrajistas. Siempre estamos puteados. Quizá una leve reducción de las ayudas pero nada más.

¿Hay futuro en el cinematógrafo?

¿De qué me hablas? ¿Qué es el cinematógrafo? Supongo que hablas sobre los cineastas . Si es así pues yo creo que como en todo, si eres bueno acabas saliendo, si no lo eres a buscar otra forma de ganarse el pan y sigamos haciendo cine como hobby que no es moco de pavo.

Llevamos más de una hora hablando, las preguntas han quedado a un lado y recordamos anécdotas de amigos comunes. Creo que va siendo hora que apague la grabadora y termine con la entrevista.