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martes, 19 de mayo de 2009

Seminario pequeño. Mundo complejo

Todo está listo para que empiece el II Seminario Internacional: La comunicación mundial y el encuentro de civilizatorio en la Universidad Rey Juan Carlos.



Empieza con puntualidad alemana y lo hace con el buen pie de Rafael Calduch, catedrático en Relaciones Internacionales por la UCM. Su discurso se mueve en torno a la civilización y la cultura, sus diferencias y la ventaja que tiene la civilización occidental por ser aglutinadora y apoyar el desarrollo, es decir, por crear y no simplemente utilizar ciencia. Intenert, dice Calduch, ha tenido un crecimiento de 10.000% en 15 años que ofrece un campo abonado al choque civilizatorio y cultural. La información producida desde unos parámetros determinados es tergiversada forzosamente desde otros distintos. Nos da un ejemplo claro: La crisis de las viñetas en Dinamarca.

Tras esta conferencia el embajador danés, Niels Pultz, da una serie de características del periodismo actual. Es una mesa redonda donde cada ponente expone sus ideas, más o menos, ajenas al tema central de la conferencia. Elaine Levine, doctora en economía por la Universidad Nacional Autónoma de Méjico, nos muestra su visión de la emigración mejicana en EE.UU, sus penurias y la riqueza sumergida que genera para el país norteamericano. Por último, Josefa Benítez García, directora de Radio Exterior de España, con maneras enérgicas intenta demostrar la necesidad que exista canales informativos públicos y una ética periodísitica correcta.

Han pasado más de tres horas initerrumpidas y empieza el debate. El público está cansado y no responde. Juan Menor, moderador y profesor de la URJC, comienza poniendo en duda la supuesta hegemonía occidental en la creación científica sobre chinos o indios. La respuesta de Calduchs deja indiferente a la joven audiencia que solo despierta cuando se pone en duda la salida laboral de la licenciatura de periodismo y critica su masificación. Son las lentejas las que están en juego y el público ha saltado criticando un sistema de becarios, precariedad y previsiones oscuras. Al final, solo una cosa queda clara: la vocación da la felicidad; materialistas, abstneros de ser periodistas.

martes, 12 de mayo de 2009

Unas cañas con Lander Camarero

Cuando entro al bar, ya está sentado, ha pedido dos cervezas y me dice con grandes gestos que me acerque. Lander Camarero ha sido el ganador a la mejor producción de cortometrajes en Málaga y finalista en los certámenes de Mondragón y La Chimenea de Villaverde. Su nombre ocupa un lugar importante en la nueva generación de cineastas vascos. Nos presentaron hace tiempo cuando yo empezaba la Universidad, todavía se acuerda de mi nombre y empieza a preguntarme nada más verme. Creo que está nervioso.


Acabas de terminar el cortometraje Montenegro ¿Cómo ha ido?

Ha sido un camino duro y largo. Pero ha merecido la pena por muy mal que lo haya pasado durante la gestación. El conseguir estrenarlo, moverlo por festivales y que la gente lo vea no tiene precio. Es como aquel acertado anuncio de la Mastercard que tenía como eslogan eso de “el nosequé no tiene precio, para todo lo demás Mastercard”. No sé si lo recuerdas. Bueno pues creo que es una buena definición.

¿Te gusta el resultado final o tenías en la cabeza otra cosa?

Mira, en general me ha gustado el resultado final. Otra cosa es que siempre veas algo que podías haber mejorado, especialmente la parte de guión y más concretamente algunos diálogos. Pero por lo demás, me parece que he superado lo que esperaba conseguir con este corto… en cuanto al resultado técnico y artístico me refiero. Los premios y menciones se agradecen enormemente pero más aún el superar las propias expectativas.

¿Cuál es tu próximo proyecto?

Lo más cercano es el documental “What about Columbus” en el que tres culturas diferentes de tres países diferentes rodarán la misma historia. Al mismo tiempo yo analizaré las diferencias narrativas interculturales y el por qué de ellas realizando un documental a modo de making off. Tengo pensado ir a la India gracias a una beca y quiero convencer a un colega sudamericano para que se una al proyecto. Espero que vaya para adelante. También intento rodar otro corto, de título “Ambassador” (como los espárragos, sí; o como el vacío) en el que contaré la historia de la mayor payasa del mundo.

¿Ahora que empiezas a tener nombre es más fácil la subvención?

Pues concretamente con el premio de Málaga tenemos muchas posibilidades de que nos suelten dinero en Andalucía. En Euskadi también nos está yendo bien así que creemos que éste puede ser un buen año. (chiste sobre la buena pesca de salmonetes en el Cantábrico. Cosas de Lander.)

¿Cómo fue tu primer trabajo?

Bueno, pues mi primer trabajo serio fue de guionista en una cagada de serie que se fue a pique a los tres meses en antena (habla de “Suárez y Mariscal. Caso cerrado” una de los primeros proyectos de Cuatro). Aplaudí la decisión. Pero lo triste es que desde entonces no he tenido un trabajo mejor, a parte de lo que hago, que no lo considero trabajo, claro.

Nuevo cine vasco ¿Qué es eso?

Tal vez te refieres a que se ha dado la casualidad de que ahora están saliendo una serie de realizadores vascos que les está yendo bastante bien. Pero no creo que haya un factor común en lo que hacen salvo en que proceden del País Vasco.

No parece que se tome nada en serio. No se da importancia. Estoy de acuerdo: las etiquetas son simplemente eso, un párrafo más en los presupuestos. Esta vez levanto yo la mano al camarero, "pide unas rabas... calamares, pide calamares". Me gusta que tome cerveza, pienso que eso facilitará las cosas sin darme cuenta que es a mí al que se le está soltando la lengua.

No me gusta nada el cine español ¿y a ti?

Bueno, pues la verdad es que no me gusta nada. Pero no por nada, es como si me preguntas si me gusta el cine iraní. He visto poco, igual que el español, pero es que no me llama. No me siento identificado, no me llega. Tan simple como eso. Y no quiere decir como muchos muchas veces dicen que sólo veo americanadas. No. Me gusta el cine en general. Pero soy un espectador difícil. No me trago cualquier mierda. Y con todos mis respetos al cine español…

¿Cómo crees que debe ser una película? ¿Y una película española o vasca?

No diferencio entre cine vasco y español. Para mí es lo mismo. Y creo que para la gran mayoría. Es un término más sacado de la manga del periodista o político de turno porque es raro el proyecto vasco en que no estén metidas las instituciones españolas, televisiones o co-productoras. Pero contestando a tu primera pregunta… Una película tiene que, por encima de todo, entretener. Pero si además de eso consigue otras cosas, emocionar, remover, traumar, pues genial. ¡Pero qué no se nos olvide el primer requisito.!

¿Cómo afecta la crisis a los directores noveles?

No lo sé. Todavía estoy en el mundo del cortometraje y creo que poco ha afectado la crisis a los cortometrajistas. Siempre estamos puteados. Quizá una leve reducción de las ayudas pero nada más.

¿Hay futuro en el cinematógrafo?

¿De qué me hablas? ¿Qué es el cinematógrafo? Supongo que hablas sobre los cineastas . Si es así pues yo creo que como en todo, si eres bueno acabas saliendo, si no lo eres a buscar otra forma de ganarse el pan y sigamos haciendo cine como hobby que no es moco de pavo.

Llevamos más de una hora hablando, las preguntas han quedado a un lado y recordamos anécdotas de amigos comunes. Creo que va siendo hora que apague la grabadora y termine con la entrevista.

lunes, 11 de mayo de 2009

Premio a García Dueñas

El historiador Jesús García Dueñas ha recibido por parte de la Academía de Cine el premio Muñoz Suay por su obra Cine español, Una crónica visual.  Catálogo de la exposición homónima que tras su paso por Madrid recorrerá los Institutos Cervantes más importantes del mundo. En palabras de Enrique Urbizu, presidente interino de la academia, es un elogio a un cine duramente criticado que, pese a todo, goza de buena salud.

lunes, 4 de mayo de 2009

La nueva sala de cine

Quiero gritar gol en una pantalla gigante. Y cuando digo gigante me refiero a gigante, nada de una pantalla de 52 pulgadas, de una Bravia con HD y sonido envolvente. Quiero una pantalla de cine, una sala del Kinépolis; en otras palabras, quiero ver fútbol en el cine. Y sé que los empresarios exhibidores también quieren proyectar el Real Madrid-Barça para trescientas personas sedientas y con ganas de palomitas, hacer campeonatos de videojuegos, abrir las puertas a otros entretenimientos ahora que la película no llena la sala.

En una situación de crisis la industria tiene que renovarse o morir. Aceptar que el modelo de negocio está anticuado y experimentar nuevas fórmulas. Las infraestructuras están ahí, solo faltan pensar nuevas ideas, abrir los caminos y romper tabúes. El cine se ha solidificado en un tótem cultural que nadie puede tocar. Eso tiene que terminar, qué entren Zidane y Ronaldo y empiecen la pachanga.

El cinematógrafo, como tú, como yo, tiene que adaptarse a los nuevos tiempos. Asumir que las películas narrativas de dos horas no son el único camino, que hay otras pantallas (móvil, pc, tv, consolas...) y que esas pantallas pueden tener usos ilimitados. Esto no es la muerte del cine, es el principio de un nuevo mundo, un mundo mejor donde Messi, Kiarostami, Viola y Mario Bros se dan la mano. Solo falta esperar a que se abra el telón y empiece la sorpesa.

lunes, 27 de abril de 2009

La crisis del cine español

La verdadera crisis que sufre el cine español no es de espectadores sino de prestigio

El cinematógrafo se encuentra sumido en una crisis mundial. La pérdida de cuota de pantalla no está delimitada a un país o un sector sino que cubre todos los ámbitos industriales (producción, distribución e exhibición) y a todos los países. La película no está de moda. La película pierde público. No hay un perspectiva diferente, los datos son los datos, el nivel de películas producidas ha bajado más del 30% en EE.UU, el número de butacas también; los ingresos caen año a año y ni siquiera la televisión ha quedado como reducto cinéfilo, el cine no vende y es menos rentable que un concurso o una teleserie. 

En España esta tendencia queda difuminada tras los malos resultados del cine español. Una situación lógica provocada por las características de mercado, por la presión americana, por los patrones de exhibición, por el auge de los cines megaplex que acompañó al boom inmobiliario, por el reparto de las subvenciones y el lastre de un doblaje enquistado que ya, en esta situación de retirada, es imposible de eliminar so pena de la hecatombe del sector.

Los datos del cine español empeoran porque sufre como las demás la crisis mundial de la película tradicional.  Una crisis industrial que no significa una crisis del medio cinematográfico. Lo que verdaderamente está en pelígro es el producto hegemónico, narrativo e institucionalizado a través de la transparencia fílmica. Al cine-arte, al cine poético, al cine experimental, al cine documental, al cine publicitario, en resumen, a todos los cines ajenos a la estructura que se está viniendo abajo con el nuevo ocio electrónico (Internet, videojuegos, P2P…) no les afecta esta crisis. Es más, les beneficia y  potencia porque derriba el uso dominate que las marginaba.

La verdadera crisis del cine español es, por tanto, de prestigio. La industria auctóctona no es la responsable de los cambios sociales que alejan al público de las salas. Debe recuperar a su público natural, colonizado por la producción extranjera. Hay que contextualizar el cinema nacional, compararlo cualitativa y cuantitativamente dentro de los parámetros de una producción clásica. Se verá que las buenas películas a partir de este canon pueden competir con cualquier país. Para ello, tenemos que dejar rémoras posfranquistas, landismos, marisoles y juanas la locas y no repetir los mismo prejuicios sobre subvenciones, política y críticas a priori. Después ir a la sala de cine y redescubrir el cine español. Seguro que habrá muchas sorpresas.

martes, 21 de abril de 2009

Juan Marsé critica al cine español

"El cine español falla en la base; los guiones, en general, se trabajan poco" Juan Marsé.


El ganador del Premio Cervantes de este año fue contundente: "falta talento". La rapidez de la producción, la poca importacia dada al proceso de guión y la falta de especialistas son el problema. Según Marsé, de 76 años y con una larga y "frustrante" relación con el cinematógrafo nacional, Hollywood marca la diferencia allí "hasta que el guión no está pulido, no se rueda; aquí, cualquier chapuza se da por buena". En España no hay Industria.

Este novelista heterodoxo, renovador de la narrativa española en los últimos años del franquismo con obras como Últimas tardes con Teresa (1966) o Si te dicen que caí (1973) ha abierto el debate. Prestigio y obra le anteceden. Sus declaraciones son un ataque imprevisto, vienen del mundo de la cultura, círculo que siempre ha defendido la producción nacional frente a la injerencia extranjera.

Las respuestas no se han echo esperar. La nueva Ministra González Sinde, conocida guionista, matiza las declaraciones y protege a este grupo de profesionales "El oficio de guionista está infravalorado y se paga mal, y de un guión flojo no puede salir una buena película". Antonio Banderas desde el Festival de Málaga también ha entrado en la polémica señalando que en el cine español "sí hay talemto" y poniendo como ejemplo los nombres de Almodóvar, Bardem o Penélope Cruz. El debate queda abierto.

Fallece J.G.Ballard


La ciencia ficción y el cine están de luto. Ha muerto J.G. Ballard a la edad de 78 años por cáncer dejando como legado una obra renovadora y visionaria La noticia no es una sorpresa para sus seguidores, se sabía enfermo y así lo anticipó en su autobriografía, Milagros de Vida, donde relataba su relación con la enfermedad que sabía definitiva y mortal. De nuevo, acertó.

Ballard nació en China 1930. Pasó su infancia en un campo de concentración. De esta primera experiencia surgió El Imperio del Sol (1984), su obra más conocida; adapata al cine tres años después por Steven Spielberg. Gran simbolista y apaegado a tendencias surrealistas, la obra literaria de Ballard destaca por la crudeza de los mundos creados y la fuerte pulsión, a veces animal y trágica, de sus personajes. Entre sus obras destacan: El viento de la nada(1962) o El mundo de cristal (1966).

Guionista en varios films y trabajos para televisión, su aportaciones más famosas al celuloide provienen de su creación literaria. La citada El Imperio del Sol y Crash (Cronemberg, 1996) ejemplifican las dos tendencias de sus obra: la revisitación autobiográfica y la creación de espacios alucinados apegados a la realidad contemporánea. Una visión extraña y necesaria que será recordada. Sus lectores ya lo hacen.

lunes, 20 de abril de 2009

7º Seminario sobre los Antecedentes y Orígenes del Cine



Los investigadores no son buenos comunicadores. Los aficionados al cinematógrafo tampoco son buenos espectadores. Unos están acostumbrados a la soledad de la biblioteca, a la exactitud y las disgresiones por pequeños detalles. Otros quieren el dinamismo, la anécdota, a Hitchcock en vez de a Robertson, a Buñuel en detrimento de Alberto Marro. Este Seminario es veto abierto para el primer grupo. Los segundos abstenerse. Son jornadas en exclusiva por y para especialistas. En este caso, para los académicos en fantasmagoría.
Desde esta óptica se tiene que juzgar el Seminario. La afluencia, los tiempos reservados para debatir, las disputas son diferentes a otras jornadas más profanas. Donde 40 personas son un fracaso, aquí son un éxito. Donde media hora para las preguntas siempre sobra, aquí solo son un comienzo que nunca es demasiado. Donde hay intervenciones mal educadas aquí...aquí no cambian, siguen siéndolo...

Lo mejor es la oportunidad que tienen varios jóvenes investigadores para presentar sus propuestas a reputados teóricos. Pocas veces, un foro da la mismas oportunidades para todo el espectro académico. Aquí sucede y hay que mantenerlo. ¿Lo peor? El choque a veces frontal entre novatos y expertos. Jóvenes airados contra machos dominantes celosos de su estatus es un cócktel explosivo que a veces echa humo.

Los fantasmas pueden sentirse orgullosos, pues después de este Seminario se hace evidente que a pesar de algunas aburridas teorías e ideas demasiado puntillosas su legado seguirá vivo o, mejor dicho: no muerto.

viernes, 10 de abril de 2009

La piratería, una pesadilla poco estudiada


Habemus nueva Ministra de Cultura. Ángeles González Sinde abandona la presidencia de la Academian del cine para iniciar esta importante empresa dejando varios frentes encendidos. La Ley del Cine desarrollada como definitiva no convence, la industria es más dependiente que nunca de las subvenciones públicas y España es el penúltimo país europeo en cuota de pantalla por delante de Hungría. Sólo Los Crimenes de Oxford se coloca en el puesto 14.

González Sinde siempre ha tenido la misma respuesta contra los malos resultados: la piratería. Si la oposición contra el anterior Ministro Molina por parte de la sociedad de internautas era fuerte, la elección de Sinde ha sido vista como una provocación de Rodríguez Zapatero al mundo digital. Sinde siempre ha sido clara y contundente:
Seamos todos sinceros, ¿para qué necesitamos todos una línea de ADSL de no sé cuantos gigas? ¿Para mandar e-mails?

Internet, las descargas ilegales han sido su caballo de batalla al que no ha dado tregua en sus intervenciones tanto oficiales como privadas
Nos enseñaron que hay que seguir peleando. Peleando para que las descargas ilegales no nos hagan desaparecer, para que nuestros administradores comprendan que en el negocio de la red no pueden ganar sólo las operadoras de ADSL, mientras quienes proporcionamos los contenidos, perdemos. Peleando para fomentar la venta y alquiler de películas por Internet de manera justa, cómoda y ventajosa para el usuario. Hay miles de puestos de trabajo en juego.

Desde su nueva posición va a tener que reformular su discurso, ya no es la defensora de un sector en continúa costrucción sino la máxima responsable de la cultura española, una cultura poliédrica cuyo color de piel es el gris. El problema del cine va mucho más allá que el Emule y los 100 megas que pone al servicio Telefónica; el fondo de la cuestión está a más profundidad de lo que proponía la nueva Ministra. Ella misma lo reconoce e intenta apaciguar los ánimos.Expertos, internautas y políticas desastrosas nos han ayudado a formular diez argumentos más para la situación del cinematógrafo, piratería aparte:

1-Las fórmulas de ocio han cambiado como explica José María Álvarez Monzoncillo, catedrático en la Universidad Rey Juan Carlos, en su libro El futuro del ocio en el hogar (2004) . Hay más alternativas y, por tanto, la demanda se diversifica. Los videojuegos, las mejoras de transporte, internet, canales especializados, viajes, gimnasios y un número casi ilimitado de alternativas que hace diez años, antes de la piratería, no había. Sin embargo, el sistema cinematográfico utiliza la misma fórmula de explotación que hace cien años. ¿Progresos? Hay en desarrollo un cine en 3D, invento originalísimo que se intentó comercializar en otra gran crisis del medio: cuando apareció la televisión.
2-El cambio no ha generado ninguna reformulación de la estrategia, ni una adaptación al nuevo contexto, ¿todo medio tiene que transformarse menos el cine? Solo se aprovecha lo digital a niveles de producción.
3-La eliminación sistemática y programada de los cinematógrafos en el centro de las ciudades. El negocio que parecía la solución por el bajo costo de los suelos y las facilidades de construcción se ha derrumbado antes que explotara la burbuja. ¿Quién hace veinte kilómetros para ir un martes por la tarde al cine? ¿Quién va a los centros comerciales a medio construir? ¿Quién soporta la homogeneidad de este tipo de salas? ¿Me puede decir en cuántas salas a la vez, en un mismo complejo, se estrenó Indiana Jones IV?
4-Esta deslocalización ha provocado que los jóvenes, único segmento que va al cine con regularidad, no tenga manera de poder ir. La cadena se ha roto a propósito; los beneficios producidos por un Zara en plena Gran Vía o en Las Ramblas son muchísimo mayores que los rendimientos de una sala de cine.
5--Hay una fractura total entre el cine español y los espectadores. La Gala de los Goya se ha convertido en un foro revindicativo que apoya la fractura social. Todos los comentarios críticos, los chistes y las mofas en la última iban dirigidos a un sector de la población: Iglesia católica y Partido Popular. Resumiendo, más de la mitad del país no ve con buenos ojos al cine en general y es enemigo del español en particular.
6-El país ha entrado en recesión. La deflacción es una posibilidad latente. El cinematógrafo escapa de esta dinámica. Los precios de las salas han subido más de un 30% en los dos últimos años. El precio sube porque hay menos demanda, cualquier lógica de mercado está ausente.
7-Las subvenciones contaminan un mercado de por si contaminado por la presión de las major americanas. Las películas españolas juegan a dos bandas: ganan dinero desde el sector público y, después, entran dentro del mercado donde pueden ganar aun más dinero.
8-Opacidad. Endogamia. Directores prestigiosos han desaparecido. La Academia parece premiar a sus seguidores. Patino, Erice, directores de prestigio mundial, han desaparecido.
9-No hay oferta. El circuito de exhibición está controlado por las major americanas. Este parqué colonizado ha sido en gran parte regalado por los gobiernos autonómicos en su afán de crear grandes centros comerciales que revalorizaban los terreno.
10-La comunidad digital señala que ni el 5% de las descargas digitales de películas son españolas. Es decir, la Academia se aprovecha del mal de otras industrias para salir beneficiada.

La situación como hemos visto es mucho más compeja. González Sinde parte en desventaja debido a sus opiniones. La piratería es un problema, la forma de afrontarla será decisiva para el fortalecimiento de la cultura española en el siglo XXI.

lunes, 30 de marzo de 2009

El cine español vive un gran fin de semana



Dos películas españolas, Mentiras y Gordas, y Los abrazos rotos han sido las opciones más vista del último fin de semana de marzo. Ocupando la primera posición del ranking, la película interpretada por Hugo Silva, ha convencido a 293.000 espectadores, superando a Gran Torino en 100.000 entradas. Una verdadera sorpresa para la industria española que ve como, mes a mes, cae su cuota de pantalla.

Mentiras y Gordas ha fabricado la fórmula del éxito. Caras populares, con gancho entre los sectores más jóvenes de la población y una historia inquietante de sexo y drogas. Alejo Saura, Hugo Silva o Ana de Armas, conforman un star system televisivo, surgido en los seriales españoles, que ha sido capaz de hacer cara a las estrellas de Hollywood en una producción desarrollada desde un principio para tener éxito. Conseguido.

La película de Almodóvar se ha situado en los puestos de cabeza como ya es norma en los estrenos del director. Sin embargo, el binomio estelar formado con Penélope Cruz no ha alcanzado las cifras esperadas, situándose en la tercera posición. Fracaso para el director pero éxito para la producción española, paradoja que viene a confirmar el particular caso del director manchego, rara habis dentro de nuestra cinematografía.

La primavera del 2009 parece esperanzadora. Por lo menos, la industria se encuentra apoyada por un impulso inesperado. Las cifras aumentan y los porcentajes, la herramienta preferida para comprobar el pulso a la industria, subirán. El cine español toma aire en una carrera en la que siempre partirá, participará y terminará en desventaja. Mejor que empiece a correr ahora que puede.